LA IGLESIA EN EL SISTEMA





LA IGLESIA EN EL SISTEMA

¿Qué es la Iglesia para el Sistema?

Los escogidos desde el principio de la Creación, (muchos de ellos nombrados en Heb 11) incluyendo la Iglesia y un poco más del pueblo judío que habrán de creer en el Nombre del Señor Jesucristo, son para el Sistema un remanente que ha permanecido inherente pero indiferente a los propósitos del diablo y que por ende estos escogidos desequilibran la funcionalidad del Sistema.
Para el Sistema “los escogidos” son una anomalía, un virus con la que ha tenido que luchar desde el principio y que a pesar de todos sus esfuerzos no ha podido eliminarla ni detenerla y ha buscado y busca aunque sea la manera de poder controlarla o confundirla.

Todo el conjunto de “Los escogidos” son una eventualidad que a través del ESPIRITU DE LA SIMIENTE PROMETIDA (Gn 3:15), es decir, MEDIANTE EL ESPIRITU DE UN HOMBRE QUE VENCIO AL MUNDO (Jn 16:13), es decir nuevamente, que mediante EL ESPIRITU DEL SEÑOR JESUCRISTO, han encontrado EL CAMINO Y LA PUERTA (Jn 14:6; Jn 10:7-9) para escapar no solo del Sistema sino también del poder de la muerte y de la maldición (1 Jn 4:4).

Solamente el padre de mentira, el diablo mismo es consciente de esta eventualidad, pero también sabe que tal remanente son irrevocablemente seres humanos vendidos al pecado (Ro 7:14) por lo cual están regidos por las reglas de la maldición sobre la Creación (Gn 3:17) y por lo tanto busca el medio para poder controlarlos.
Sabe el maligno que no puede tocarlos (1 Jn 5:18), pero sabe que su obediencia puede ser probada (1 Pe 1:6; Stg 1:2) y por lo cual ataca su debilidad humana en la carne para que se enemiste con Dios (Ro 8:7; Ga 5:16-17; Ga 6:8; Ro 7:14; Stg 4:4) así que continuamente, como león rugiente (1 Pe 5:8) está atacando a los que creen en Cristo Jesús a través de tentaciones humanas (Mt 4:1-11; 1 Co 10:13; 1 Te 3:5; 1 Ti 6:9; Heb 2:18; Stg 1:12-14; 2 Pe 2:9).

¿Porqué ataca el Sistema a la Iglesia?
El Sistema ataca a la Iglesia porque está en su naturaleza hacerlo. Lo hace porque el Sistema son tinieblas y la Iglesia son la Luz (Mt 5:14) por lo cual la Iglesia atenta contra el Sistema. El Señor Jesús ha dicho que los que creen en el nombre del Señor Jesucristo son la Luz del mundo (Mt 5:14), son la Sal de la tierra (Mt 5:13).
El Señor Jesús es la cura y La Iglesia son los curados y por ende portadores del Espíritu sanador, así que si no los detiene serán su perdición, porque la Luz en las tinieblas resplandece y eso significa que el Sistema no prevalecerá (Jn 1:4-5).

¿De qué manera ataca el Sistema a la Iglesia, y porqué está en crisis?
Lo hace a través de “la religión”. La clave para el Sistema es “apagar” la Luz de la Iglesia, apagar su Espíritu (1 Te 5:19), así que inmediatamente después que el “Sistema de la Luz”, “el Reino de los Cielos” se puso en vigencia esperó la oportunidad y cuando los de la Luz se durmieron sembró “cizaña” (Mt 13:25), sembró “la religión” que tiene todo el propósito de amargar los frutos de la Iglesia.
La religión fue infiltrada en la Iglesia, fue insertada para conocer sus debilidades y tomar el control sobre ella.
Actualmente podemos ver como la Iglesia del Señor Jesucristo ha sido arrastrada por el error de la religión.
La religión entró para dividir a la Iglesia (1 Co 1:13), entró con sus falsos ministros disfrazados de lobos (Mt 7:15) para tergiversar las Escrituras (2 Pe 3:16), y a través de ellas ejercer un dominio intelectual y destructivo sobre la Iglesia.

La Iglesia de hoy está en crisis porque convive con la religión, y la religión la ha dividido insertando doctrinas extrañas y la ha institucionalizado mediante leyes humanas, comercializando y tomando el control sobre ella avasallándola con cosas del mundo. A esto se refirió Pedro cuando dijo “habrá entre vosotros falsos maestros” (2 Pe 2:1-3), ha esto se refirió Pablo cuando dijo “entrarán entre vosotros lobos rapaces” (Hch 20:29-31), ha esto se refirió Judas cuando dijo “hombre impíos que convierten en libertinaje la gracia de Dios” (Jud 4-5). A esto se refirió Pablo cuando encontró a la Iglesia dividida (1 Co 1:13) que hoy se refleja claramente entre tantas religiones evangélicas cada una con sus denominaciones y subdivisiones cada una con diferentes doctrinas teológicas y contradictorias entre sí, cada uno siguiendo un camino trazados por hombres y no por Cristo.

El libro de Apocalipsis que es tan importante, es el menos leído, y allí están los mensajes para la Iglesia, allí están los errores frecuentes que la Iglesia debe evitar y saber quiénes son los causantes de las crisis a quienes el Señor Jesús aborrece: Los nicolaítas, los balaamitas y los jezabelitas (Ap 2:6, 2:15; Ap 2:14; Ap 2:20).

El propósito del Sistema religioso es llevar a todas las religiones a una sola masa y unirlas a la gran ramera que es la religión central, la religión católica (Ap 17:5).

Mientras muchos luchan contra el protestantismo, contra los para-protestantes, contra la apostasía señalando a los falsos y desenmascarando a los lobos, se están olvidando que la que está ejecutando esto es la religión católica y que su propósito mediante sus movimientos ecuménicos y sionistas es llevar a todos a eliminar al pueblo judío para tomar el control total sobre toda religión.

Jesús una y otra vez le dice a la Iglesia: “Arrepiéntete” (Ap 2:5; 2:16; 3:3; 3:19)
Y también dice: “Al que tiene oído para oír oiga” (Ap 2:7; 2:11; 2:17; 2:29; 3:6; 3:13; 3:22)

La Iglesia de hoy está muy identificada y es analógicamente la Iglesia que estaba en Laodicea (Ap 3:14-22).
Porque la Iglesia de hoy dice: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad” (Ap 3:17) haciendo referencia a todos aquellos que buscan una prosperidad y un bienestar en este mundo, haciendo referencia a los que buscan vivir en este mundo como viven los gentiles teniendo afán y ansiedad (Mt 6:32) por las cosas de este mundo (1 Jn 2:15), pidiendo aún equivocadamente que Dios les ayude en sus propósitos y objetivos humanos y mundanos (Stg 4:3), prefiriendo estudiar y trabajar para progresar y ser “alguien” en este mundo mientras que espiritualmente se hacen “desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” ante el Señor Jesús (Ap 3:17) pues no han renovado su mente y corazón (Ef 4:23), y no se han despojado de “la pasada manera de vivir” (Ef 4:22) sino que mantienen la misma vanidad que lo demás (Ef 4:17).

A la Iglesia de estos tiempos:
El Señor está a la puerta de la Iglesia llamando (Ap 3:20), porque la Iglesia se alejó de Cristo y de su Sana Doctrina, pero el Señor es Fiel, y está golpeando para que le abran y que se vuelvan.
Aún bajo esta pésima condición Jesús les dice: Arrepiéntete, unta tus ojos con colirio, para que puedas asimilar la Verdad, que aunque duela es lo único que te abrirá los ojos a la Verdad. Vístete del testimonio que agrada a Dios, aléjate de la doctrina de los “Nicolaitas” (Ap 2:6; 2:15), aléjate de la doctrina de “Balaam” (Ap 2:14), aléjate de “Jezabel” (Ap 2:20).

Iglesia del Señor Jesús, es tiempo de despertar y prepararse

Romanos 13
11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente...

¡ DESPIERTA IGLESIA ¡,  DESPIERTA !!!,   HUYE DEL SISTEMA,   HUYE DE LA RELIGION.

A esto se refiere

Apocalipsis 18
4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.

SIN SANTIDAD NADIE LE VERÁ (1 Te 3:13; Heb 12:14)

La verdadera santidad no radica tan solo en orar y leer todos los días, esto a la verdad debería ser parte de la naturaleza Espiritual de todos los cristianos, la verdadera santidad provoca celo en nuestro interior, provoca quebrantamiento, provoca un aborrecimiento total al mundo. Y de la misma manera el mundo nos aborrecerá, la verdadera santidad provoca a ira al Sistema, provoca y trae persecución y destrucción porque la santidad nos hace huir del régimen y del estilo de vida propuesto por el Sistema (estudiar, trabajar, consumir) y de la Religión y si no le respondemos nos buscará para destruirnos (Ap 13:7).

La Paz del Nuestro Señor Jesucristo sea con toda la Iglesia.